dimarts, 27 de maig del 2008

Espécimen Rajoy


Ayer me acerqué hasta la plaza de Colón para visitar la exposición de anatomía humana que lleva por título Bodies. La impresión que genera ver a nuestra especie más allá de cómo Dios la trajo al mundo queda atenuada por la presentación que sus organizadores tienen preparada. Hay algunos cuerpos casi enteros, simplemente despellejados, y algunas pieles sin cuerpo. Lo que más llama la atención es la manera de tratar el “género”. Los taxidermistas de la exposición cortan los cuerpos de forma transversal, o a la altura de la cintura, en pequeños trozos, o en cuartos, en láminas e incluso en juliana. Sobre lo que queda de esos seres se puede leer: “este espécimen…”. Parecen haber olvidado la procedencia del género. Humanos. Asiáticos para ser exactos. Algo que la organización tiende a no mencionar.
Hoy hace un año Rajoy, Aguirre y Gallardón salían al balcón de Génova para celebrar la victoria en las autonómicas y municipales de 2007. Como los carniceros de Bodies, hoy los líderes del PP parecen haber olvidado lo bien que se llevaban. Poco a poco van sumándose las voces que reclaman a trozos parte del espécimen. Del espécimen Rajoy.
Es el caso de Elorriaga que pide su cabeza sin miedo a crear una escisión definitiva y entendiendo que es mejor cortar y empezar de cero. El presidente de FAES, aquel que lo puso en el trono, pide sus articulaciones: pretende que le paren los pies ahora que con sus manos no puede sujetar las críticas internas. Esperanza Aguirre poco a poco va chupándole la sangre al que otrora respaldase. Espera que el desgaste, o la hipotensión, hagan caer a su líder por sí sólo. Gallardón es uno de los pocos pulmones que le queda a Rajoy y sus declaraciones son para él como un soplo de aire limpio. Fraga, cuya edad no es propicia a los cambios, pide por su memoria, en su opinión el líder debe ser incuestionable hasta el congreso. Y los duros con su espantada le han ido despellejando a tiras.
Más allá del cuerpo de Rajoy se han desprendido no una sino dos almas que se transmiten hasta los fieles a través de dos voces de la conciencia independientes. Algunos podrán regirse por la voz de la razón. Otros se considerarán gente de mundo. Lo que está claro es que el desmembramiento del líder popular afecta y divide los planteamientos de un partido. Algunos pensamos que los cambios son positivos, especialmente para una oposición anquilosada. Llegamos a pensar en la regeneración de un ideario que huele a antiguo. Para que haya revolución debe correr la sangre. No se ofenda el líder popular por las “rajadas” de sus camaradas. Para que haya revolución debe correr la sangre. Lamento que sea la suya señor Rajoy.